domingo, 22 de enero de 2012

Los “Caminos de Viracocha”: presencia en el ordenamiento territorial y urbano

El autor de este artículo es el Arq. Andrés Peñaherrera. Este artículo también fue publicado en el medio de difusión del pensamiento y sentimiento andino: “Mushuk Nina”.

Los pensamientos de Peñaherrera aluden al ordenamiento territorial de hoy, que se ha establecido a partir de un antiguo ordenamiento. Un ordenamiento que, en la América Andina, es el resultado de un proceso milenario, con alcances relevantes para la actualidad como los asentamientos humanos y las vías. Todo eso forma parte de un proceso de desarrollo cultural.


Peñaherrera explica que cuando Francisco Pizarro, conquistador español, y sus tropas llegaron en 1532 al gran imperio del Tahuantinsuyo descubrieron un territorio poblado y organizado; dedicado a la agricultura, la minería y la artesanía. Un territorio con cerca de 20.000.000 habitantes, constituido por poblados y asentamientos que usaban una red de caminos para comunicarse. Caminos principales conocidos como intiñán, ingañán o capacñán que alcanzaban los 8.000 km. de longitud; también  disponían de caminos secundarios o chaquiñán cuna, que tenían una longitud de 30.000 km. El Cuzco habría llegado a tener 80.000 habitantes y Quito como 45.000.



Existe un trazado, el de los “Caminos de Viracocha”, que posiblemente fue un fundamento importante para el ordenamiento territorial implementado en la América Andina Prehispánica. A saber, Viracocha fue una deidad espiritual que cuidaba el orden, la salud y el bienestar del Tahuantinsuyo, por ello recorría el territorio a través de los caminos imaginarios. Los “Caminos de Viracocha” estaban determinados por hitos alineados sobre el terreno, tales hitos eran lugares sagrados o llamados huacas (volcanes, montañas, adoratorios). En estas huacas se cruzaban o coincidían los “Caminos de Viracocha” con los caminos de los hombres.

Las siguientes son tres leyendas sobre la fundación de Quito que, de acuerdo a Peñaherrera, vendrían a corroborar el hecho de que las alineaciones, de las que se habla, hayan sido consideradas como “Caminos de Viracocha”:

Dios Viracocha

1.       El curaca (cacique) de Cangahua inspirado por los dioses lanzó una vara y fue a clavarse en el sitio donde hoy está Quito y así nació la ciudad: Cangahua está en una alineación que nace en el nevado Cayambe, pasa por las ruinas arqueológicas de Pambamarca, luego por el Quinche, Guápulo, Plaza Grande de Quito, El Cinto y termina en Lloa. Es además, coincidente con la avenida Gran Colombia y con el tramo de la Guayaquil hasta la Plaza del Teatro. Esta alineación coincide con la declinación solar en el amanecer del solsticio de verano (junio). En el Centro Histórico los hitos que la determinan son: Plaza del Teatro, Plaza Grande, Plaza de Santa Clara y Plaza de San Diego.

2.       Inspirado por los dioses, el curaca (cacique) de Cochasquí lanzó una chasca (piedra aerolito) y fue a caer a las faldas del Pichincha y allí fundó Quito: Cochasquí está en una alineación que pasa por la cima de los volcanes: Imbabura, Mojanda y Atacazo; por la cima del Panecillo y la Plaza Grande de Quito. Coincide perfectamente con la calle Venezuela desde la Manabí hasta la Rocafuerte.

3.       El curaca (cacique) de Pachusala cogió una piedra que había sido arrojada por el volcán Cotopaxi y la lanzó desde el cerro de El Callo hacia el norte y fue a caer en las faldas del Pichincha, donde se fundó la ciudad que es Quito: Pacgusca es la actual hostería de San Agustín del Callo ubicada cerca de Laso, al pie del Cotopaxi; su ubicación coincide con una enorme alineación de más de 700 km. que viene desde Chiclayo, Perú; pasa por: Loja, Cuenca, Cañar, Alausí, La Unión, Latacunga y termina en la Plaza Grande de Quito; es coincidente con el tramo de la calle Maldonado desde la Plaza de Santo Domingo hacia el sur. En el Centro Histórico los hitos urbanos que la determinan son: Plaza de la Recoleta, Plaza de Santo Domingo y Plaza Grande.

Peñaherrera también explica que, como complemento a la información de estas leyendas, el cronista Cristóbal de Molina (aprox. 1565) señaló que los indígenas trazaron esos caminos determinados por las huacas, como guía para un grupo selecto de personajes; ellos, representando a la comunidad, recorrían dichos caminos como una forma de peregrinaje para purificar el territorio o Pachamama, después de que se habían producido desastres como terremotos o epidemias.

Cuando España adquirió el compromiso de evangelizar a los aborígenes encontró la dificultad de que vivían en campos dispersados; ante eso optaron por crear núcleos y asentamientos urbanos para concentrar a la población indígena. Así aparecieron los Corregimientos, las Reducciones, las Doctrinas, Virreinatos, Capitanías Generales, Real Audiencias y Gobernaciones.

Se explica que los sitios para ubicar los nuevos asentamientos fueron producto de acuerdos entre españoles e indígenas; los indignas fueron los que sugirieron los sitios que conocían, donde realizaban sus rituales. Los españoles aceptaron porque eso facilitaba su tarea evangelizadora, construyendo sitios cristianos en reemplazo de los sitios de idolatría. Por otro lado, Peñaherrera sostiene que muchos han manifestado que estas alineaciones establecen canales de fuerzas telúricas.

Las explicaciones dadas presentan la posibilidad de que nuestros actuales núcleos urbanos hayan sido huacas, es decir lugares sagrados; eso justificaría el que estos núcleos sean fuente de diversas manifestaciones folklóricas, productos de sincretismos culturales.

De este modo se puede entender que los “Caminos de Viracocha” constituyeron un medio de intercambio para el desarrollo cultural. El estudio de los “Caminos de Viracocha” representa un patrimonio que contiene aspectos relevantes de nuestra identidad y territorio, los cuales se deben descubrir para comprender nuestra realidad.

Mega Alineaciones existentes (junio 2006)





 

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